Presentación Director de la Sala La Lobería / Daniel Fuenzalida
Máximo Beltrán ….va buscando en su propuesta plástica los objetos perdidos de la memoria circular, que se renuevan de tiempo en tiempo.
Los sueños se reparten en fragmentos que se entrecruzan en cada pixel y sólo la hábil mano del organizador icónico del tiempo, logra conjugarlos en un punto en el espacio.
Beltrán ha desarrollado la capacidad poética de lograr decir mucho con poco. Es así como en su obra se manifiesta de entrada el sufrimiento humano, la denuncia política y religiosa, la asfixia humana frente a sí mismo, la muerte rondando caprichosamente el lecho, en fin, el hombre y sus conflictos.
Los colores ocres en su obra, resaltan aún más el carácter terrenal de sus sueños surrealistas, en que se mezclan la mirada amenazante del reptil t el llanto del águila imperial; el ojo mágico que protege, en la simplicidad de sus vida, al descansado observador, con la mirada adusta pero serena de quién se encuentra atrapado en la madeja de la vida.
Una de las características esenciales en la obra de Máximo Beltrán, es la capacidad de atrapar los pensamientos involuntarios, generalmente nocturnos, que observamos en el sueño. La capacidad de soñar despierto, hace que el artista sea un interlocutor entre lo onírico-subjetivo y lo lúcido-objetivo y que la capacidad de lograr plasmar esos sueños en una obra tangible sea el mensaje.
El poeta Hugo Quintana dice de él:”…por eso, esta presentación no es más que una invitación extendida a quienes deseen no bloquear sus percepciones y sensaciones, un convite sencillo y limpio a sentir, a dejarse llevar por todo aquello que proviene desde la materia emotiva…”
La invitación de Beltrán es a la constante reflexión de nuestras vidas, al encuentro con el pasado, para así, lograr visualizar el futuro de la colectividad.
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