martes, 6 de noviembre de 2012

MAXIMO BELTRÁN, CRITICA DE ARTE 2012 por Rick Van Den Kerchove Art Conceptor Luxemburg

TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL DE LA CRÍTICA DE ARTE REALIZADA EN FRANCÉS POR UN ART CONCEPTOR DEL LUXEMBURGO ACERCA DE LA OBRA DE MAXIMO BELTRÁN.

Al mirar cada imagen de Máximo Beltrán se recibe como un sabor a tierra, que mascamos y volvemos a mascar…sin tragar. No se trata de la tierra madre aquella que nutre la vida, ¡No!...es la tierra de un universo en bruto, una materia pura e inmutable por la eternidad aquella sustancia inmóvil que no puede transformarse pero que es idéntica a sí misma. Indefinidamente al ver este trabajo agarramos el gusto.

Embrujos; en las perspectivas se cavan tumbas, mausoleos, sarcófagos, tragaluces ciegos, chimeneas vacías y apagadas, laberintos subterráneos que van en desfiles interminables sin otra salida que memorias nunca renovadas.

Cada tentativa de presencia como una sombra se establece en un revoltijo de hojas secas y muertas, páginas de un archivo desparramadas en el suelo. Juguetes abandonados, niños minimisados desde la más temprana edad, arrodillados como vagabundos sin domicilio fijo en la corriente paralítica de esta historia, que se quebranta y se pulveriza sin cesar.

Solamente por sobrevivencia existen escaleras azules metalizadas que suben y se van al piso no revelado, en lo desconocido. Primeros peldaños celosamente cuidados por cráneos. Osamentas pulidas, y por la muerte que se detuvo acá, envuelta en sangre roja de vergüenza y de ira, como el telón, que bajó en la “espera infinita”.

Éste o ésta, quién elije la vida se desviste, se saca la ropa y los vestigios de su persona, abandona las máscaras y va descalzo por la subida. La vida es posible solamente en el desnudo, eros puro finalmente encontrado en la renuncia de los deseos no saciados, por siempre sacados del marco en negro y blanco. 

Materia; entonces eres solo un entierro. Libre es por fin el vuelo, la ascensión, el cuerpo puro, desencarnado que se alza en un cielo por venir.

Metafísica; en los planos terrenos, el desarrollo de este concepto, la idea se trabaja y se socava como una tierra labrada. El motivo, el símbolo actúa como un diente del arado, hiriendo superficialmente la tierra compactada, dura y refractaria. A penas se cava en la fé una tumba, una noria de la cual surge como una pálida nebulosa, un esqueleto encadenado, vestigio del sacrificio y de la antesala de una muerte religiosa. 

Aquí se visten cuerpos, que ya no son. De la mortaja solo surgen los pies etiquetados, archivados. La camisa se amolda al ser, cuya carne se come, se consume y se aniquila. Las manos juntas se conforman y se olvidan mutuamente en una cadena. No se elevará y escapará más, la dignidad del águila que prisionera en un enrejado, es amordazada..llora. La paloma antes quizás mensajera, se enredó en las cadenas.

Solamente un rostro juvenil, todavía con vida, una memoria de pensamientos en ojos afligidos se inclina en las tristezas de los laberintos; no existe salida, no hay evasiva; solamente en cada una de estas imágenes un resplandor íntimo, un fulgor inmóvil, lejano, inmaterial, un deslumbramiento en el cual el motivo se acurruca. Es la lógica de la verdad, la trama dialéctica de lo ideal, donde la vida está en una trampa, como en una telaraña.

Epílogo; más allá de la observación pictórica, de lo que miraríamos; son escenografías, pero también advertencias, porque Máximo Beltrán quiere vivir –ferozmente- las renovaciones de una íntima dramaturgia, de un desenterramiento de la memoria y de lo que se ha pensado. De las cuales a todo precio y utilizando todas las técnicas pictóricas, llevadas al dramatismo para encontrar desesperadamente una salida; alzarse en el oxígeno, en el aire nuevo, en la carne viva y desencarnada.

Libertad, escape de la soledad y de la genealogía. El arte de Máximo Beltrán es una práctica de la fuga, donde el futuro se consigue en el sacrificio de todos los valores establecidos; y debemos admirara a Máximo, quién continúa sin descansar, sin compromiso y sin complacencia su liberación. Un esclavo como nosotros, quién abiertamente y de manera obstinada se deshace de sus cadenas y trabas, una a una. 

Filosofía, escritura, puesta en imagen, teatralización, poesía seguramente, y sobre todo ¿qué significa todo esto? Sino el coraje y el saber hacer de un alquimista, quién busca y socava la tierra para volver a dar libertad al porvenir.

¿Será para él sólo, o para todos nosotros?

Miremos con atención…




















Rick Van den Kerchover / Art Conceptor - Luxemburg 

Traduction du français à l’espagnol Réalisée par Mme Arlette M. France Guéguen
Directrice Alliance Française de Chillán.

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